miércoles, 18 de abril de 2012

Fibra y su relación con la obesidad


La fibra es un conjunto de componentes que se encuentran en las paredes de las células vegetales, como cereales, frutas, legumbres y verduras, es resistente a la digestión de las enzimas que se encentran en el intestino del ser humano por lo que no puede ser digerida por el organismo humano y, como resultado, la fibra pasa casi intacta a través del aparato digestivo.

La fibra dietética, considerada como un carbohidrato complejo, puede dividirse en dos grupos principales según sus características químicas y sus efectos en el organismo. Se clasifica según su solubilidad en agua en fibras solubles (como la pectina, gomas, mucílagos y hemicelulosa) y las insolubles (lignina, celulosa), las cuales atraviesan el organismo prácticamente sin sufrir cambios.

Fibra soluble: Este tipo de fibra predomina en las legumbres, en los cereales (avena y cebada) y en algunas frutas. La presencia de la fibra soluble en la dieta, acompañada de bajas cantidades de grasa, contribuye a regular los niveles de colesterol, azúcares procedentes de los alimentos. sanguíneos. Además, este tipo de fibra puede regular la velocidad de absorción intestinal de los azucares procedentes de los alimentos.

Fibra insoluble: Este tipo de fibra predomina en alimentos como el salvado de trigo, granos enteros y las verduras. Los componentes de este tipo de fibra resisten la acción de los microorganismos del intestino. Su principal efecto en el organismo es disminuir el tiempo de tránsito de los alimentos y las heces a través del tubo digestivo. Como consecuencia, este tipo de fibra al ingerirse diariamente facilita las deposiciones y previene el estreñimiento.

La fibra insoluble está integrada por sustancias (celulosa, hemicelulosa, lignina y almidón resistente) que no se disuelven en agua.

De manera más especifica, la fibra insoluble absorbe gran cantidad de agua, estimula al tracto intestinal y proporciona beneficios gastrointestinales. La fibra soluble es característicamente pegajosa y forma un entramado con el agua produciendo una especie de “gel” que modula la glucosa en sangre ralentizando su absorción en el flujo sanguíneo. Además, la fibra soluble ayuda a disminuir el nivel elevado
de colesterol en la sangre haciendo que las sales biliares se conjuguen, con lo cual el organismo degrada más colesterol para formar más sales biliares.

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